En el desarrollo local se basa en la participación de la sociedad
determinando cuales son las metas que debe realizar su gobierno representativo,
que le permita mejorar su calidad de vida. Uno de estos espacios participativos
en el Perú es el Presupuesto Participativo, que es regulado por el Ministerio de
Economía y Finanzas, promoviendo la mayor participación social al platear proyectos
integrales de desarrollo transversales.
Sin embargo este proceso participativo democrático muy bueno,
en nuestra sociedad carece de una mayor productividad, a pesar que se lleva
ejecutando más de una década, se presentan graves dificultades en su aplicación.
Así podemos mencionar como problemas:
- Difusión escasa por parte de las entidades locales.
- Definiciones poco claras ajenas al contexto del entendimiento de la comunidad.
- Carente profesionalismo de los técnicos que llevan a cabo este proceso.
- Poca transparencia en las propuestas de financiamiento económico de la entidad local.
- Medios de evaluación informales sin carácter técnico.
- Desvinculación de la realidad en las propuestas plateadas por la comunidad (ejemplo: proyectos de parques, salones comunales, alamedas, etc.)
- Nulo liderazgo participativo del máximo líder de la entidad.
Para darles una mayor claridad de esta síntesis sobre la problemática
de los presupuestos participativos en las entidades locales, comento el
siguiente ejemplo:
La municipalidad donde labore, constituyo el equipo técnico
para la organización del presupuesto participativo de su jurisdicción, la
propuesta metodológica que debió ser coordinada por una cantidad de 10 miembros
(Gerencial), fue realizada por un solo profesional, más que no era su
competencia pero por su calidad técnica se le encomendó elaborar la propuesta.
Como la situación financiera de la entidad municipal estaba
comprometida, pues existían problemas de malos manejos de alta dirección en la ejecución
presupuestaria, que ha provocado que su presupuesto este comprometido para dos
periodos seguidos, un grupito de funcionarios “inteligentes” consideró ejecutar
dicho procesos, sólo de manera fáctica. Por ello convocaron sólo tres talleres
de un promedio de 6 talleres, para validar el engaño a la comunidad, pues ni había
monto presupuestado ni mucho menos había capacidad para saberle explicar a la
comunidad de las condiciones en que se desarrollaría este presupuesto
participativo. Definitivamente que todo fue una burla a la sociedad,
menoscabando los derechos democráticos y peor aún traicionando la confianza de
la población.
De esta anécdota, realizada por estos “funcionarios
competitivos”, cabe la pregunta ¿Quién defiende a la comunidad?-¿Cómo salvaguardar
la ejecución de este proceso participativo democrático?- ¿Qué hacer con los
advenedizos funcionarios competitivos?.
Planteo como soluciones:
· El
proceso del presupuesto participativo debe ser fiscalizado por un inspector del
Ministerio de Economía y Finanzas.
· Estandarizar
la matriz de evaluación de los proyectos, considerando el ámbito de aplicación.
· En
el equipo técnico debe estar constituido por un miembro de la comunidad.
· Debe
exigirse que para la realización de este espacio participativo debe estar
conformado el Consejo de Coordinación Local.
· Promover
la retro alimentación como evaluación ex post de estos procesos.
· Determinar
sanciones para funcionarios y autoridades que no ejecuten adecuadamente la metodología
definida.
El presupuesto participativo es un excelente espacio de inclusión
social, que debe ser fortalecido como base fundamental para definir y
comprometer el presupuesto con la visión de la sociedad, con proyectos
coordinados, integrales y transversales.
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